El diseño de jardines es una disciplina que se sustenta en criterios estéticos pero muy influenciada por los condicionantes climáticos de la zona en la que se desarrolla el jardín. Paisajismo no es simplemente diseño, puesto que una gran parte de los elementos del jardín están vivos; o sea, respiran, crecen, se reproducen y se relacionan con el entorno. El jardín evoluciona, cambia con las estaciones, es dinámico. Por ello, antes de nada vamos a repasar brevemente en qué consiste nuestro clima mediterráneo que es donde vivirá tu jardín y que condicionará grandemente el aspecto del mismo.
El clima mediterráneo se caracteriza por veranos calurosos y secos, con pocas lluvias, e inviernos con temperaturas suaves, lluviosos y húmedos. En estas condiciones la vegetación típica es esclerófila; o sea, que tiene las hojas pequeñas, duras y coriáceas como adaptación a la sequedad y xerófila; es decir, que está adaptada para vivir en ambientes secos. Suele presentar modificaciones como raíces muy largas, parénquimas almacenadores de agua u hojas pequeñas y verdes durante todo el año ya que tiene que soportar la aridez estival.
Pensad que en nuestro clima las plantas compiten por el agua, no por la luz; por eso las hojas son pequeñas y pinchudas justo lo opuesto a las plantas de clima tropical que tienen las hojas enormes por la escasez de luz y la abundancia de agua todo el año. Con estas condiciones vamos a ver qué tipo de jardines podemos diseñar de forma coherente.
Jardín mediterráneo
La variedad de especies mediterráneas con alto valor ornamental que encontramos en nuestro clima es amplia y con muchas opciones. Esto nos permite, con una buena selección, diseñar jardines sorprendentes, con una gran variedad de especies que se relacionan bien entre ellas. Aquí entra en juego la labor del paisajista que nuca debe perder de vista los criterios estéticos, ni tampoco la funcionalidad y sostenibilidad. ¿Qué significa esto? que un jardín debe ser bonito pero con unos requerimientos de mantenimiento y de agua siempre bajos. Vamos a vivir dentro de él, a relacionarnos con él, así que si no estás muy familiarizado manejando condicionantes de este tipo es recomendable que te apoyes en un paisajista porque evitarás malgastar tiempo y dinero, y conseguirás un espacio funcional, pensado y coherente.
“El respeto al entorno y el empleo de especies de clima Mediterráneo nos llevan hacia la proyección y ejecución de jardines donde el empleo racional del agua es una de las principales premisas.”
¿Cómo es un jardín mediterráneo?
Te voy a dar mi definición personal de jardín mediterráneo: es un jardín compuesto por especies capaces de vivir en unas condiciones, digamos, durillas; esto es: con muy poca agua, insolaciones directas intensas y a veces grandes vientos o salinidad. Las plantas normalmente presentan hojas pequeñas para disminuir la transpiración, y muchas de ellas son aromáticas. Los árboles son de hoja caduca o perenne, con raíces profundas capaces de resistir las sequías estivales.
En un jardín mediterráneo es muy importante estudiar las zonas de sol y umbría y ubicar tanto especies como áreas estanciales sin perder de vista estos condicionantes.
El empleo racional del agua debe ser obligado en un jardín mediterráneo, hay que tratar por todos los medios de consumir, gastar, desperdiciar y pagar lo mínimo posible. Y esto se puede hacer perfectamente con la amplia variedad de especies de las que disponemos. Si necesitas algo de apoyo o asesoramiento contacta conmigo aquí : enlace.
Mis jardines
Diseño jardines que evolucionan con el objetivo de sustentarse solos, por ellos mismos. Esto significa que tienen escaso mantenimiento y muy bajas necesidad de agua. Todas las plantas que empleo son de clima mediterráneo por lo que, una vez arraigan en su nueva ubicación; lo que ocurre en un máximo de 3 ó 4 años desde la plantación, se reduce la dotación de agua hasta hacerla casi inexistente. En un jardín mediterráneo las praderas de césped deben quedarse en la mínima superficie posible, aunque de esto, a veces, me cuesta convencer a los Clientes, y formarlas con especies resistentes adaptadas a nuestro clima, que requieren muy poca agua. Normalmente en invierno apenas se riegan y amarillean levemente, pero en cuanto suben las temperaturas y se les riega mínimamente reverdecen.
Hago jardines con poca mezcla de colores, me gustan los jardines verdes, o con alguna mancha de color, pero siempre monocromático. Me encantan las especies que florecen fuera de la primavera y que nos sorprendan incluso en invierno.
El respeto al lugar debemos tenerlo siempre presente, dentro o fuera de los límites de nuestro jardín. Hay que tratar siempre de integrar las especies existentes y observar más allá de los límites de la propiedad para desdibujar las fronteras de la parcela y que el aspecto del jardín sea natural, integrado, como si siempre hubiese estado ahí. Si tienes alguna duda o necesitas consejo en el diseño de tu jardín ofrezco tres niveles de asesoramiento personalizado que te sorprenderán. Contacta conmigo sin compromiso.
